Uno de los pequeños que más recuerdos puede traer a los conductores ya veteranos es el Seat 600, reliquias con las que es cada vez más difícil toparse en las carreteras españolas. Sin embargo tampoco es muy común encontrarse con uno de estos coches abandonados y lo cierto es que resulta un espectáculo ver cómo el paso del tiempo puede envejecer a estos simpáticos coches de nuestros abuelos.
